Álvaro Guzmán, responsable del área de personal y presupuestaria de la Agencia Tributaria Estatal en Canarias nos cuenta su experiencia como opositor y preparador.
Aportada por : Álvaro Guzmán
ALVARO GUZMÁN:" YO SIEMPRE DIGO QUE PARA OPOSITAR NO NECESITAS SER EL MÁS LISTO, EL MÁS INTELIGENTE Y/O EL QUE SACA MEJORES NOTAS. (...), LO FUNDAMENTAL ES ESFUERZO Y CONSTANCIA."
BY BUMANTÉ
BREVE PERFIL
Nombre: Álvaro Guzmán González
Fecha de Nacimiento: 11 de Julio de 1983
Lugar de Nacimiento: Huelva
Ocupación: Jefe Regional de RRHH y Gestión Económica de Agencia Estatal de Administración Tributaria en Canarias.
Capítulo 1.- ¿Álvaro que querías hacer cuando fueras mayor? Opositar a Notario.
H:¿Por qué opositar Álvaro? ¿Qué te motiva a opositar y no tomar otra vía profesional?
A: Desde pequeño ya quería opositar. Es más, cuando me preguntaban de pequeño “¿Qué quieres ser de mayor?”, normalmente la gente decía: futbolista, astronauta y yo siempre contestaba: “¡Notario!”. Siempre se me ha dado bien estudiar y quería un trabajo que me permitiera vivir bien y compatibilizarlo con mi familia, amigos, deporte etc. Valoro mucho el tiempo de ocio y el tiempo libre, es algo que tengo muy interiorizado. En mi vida profesional busco la conciliación con la vida personal por encima de la remuneración económica.
H:Teniendo tan claro lo de ser notario desde pequeño, ¿Cómo es que acabaste opositando para inspector de hacienda?
En primer lugar empecé estudiando para registro de la propiedad, tras unos meses por circunstancias personales lo dejé y me decanté por inspector de hacienda. Consideré que es una oposición de cierto calado con un trabajo que me resultaba interesante y consideré que podría sacármela en no muchos años.
Yo estudie derecho y a diferencia de otras oposiciones ligadas a las ciencias jurídicas la oposición para ser inspector de hacienda tiene una parte práctica, contabilidad y matemáticas. Este temario hace más llevadero el estudio y te permite compaginar bastante bien con la teoría, siempre y cuando te gusten los números.
Capítulo 2.- Actitud y disciplina.
H: ¿De qué pasta hay que estar hecho para estar 2,3, y hasta 4 años sentado, estudiando día tras día estudiando?
A: Yo siempre digo que para opositar no necesitas ser el más listo, el más inteligente, y/o el que saca mejores notas. Obviamente si eres un buen estudiante y un alumno brillante ayuda mucho, pero no es lo fundamental, lo fundamental es el esfuerzo, y la constancia.
H: ¿Disciplina por encima de motivación?
A: Ambas cosas son fundamentales. A mi cuando me dicen “quiero empezar a opositar, pero no lo tengo claro”, yo le digo ”No, para opositar hay que tenerlo claro y estar muy motivado. Eso es algo fundamental y es mas importante la actitud con C que la aptitud con P.”. Además de tener motivación, sobre todo se necesita disciplina, constancia, y capacidad de sacrificio. Descansas una vez a la semana, sin verano, sin semana santa, sin puente, pero al final vale la pena. Es una inversión que tras 2 o 3 años hará que tengas tu vida laboral cubierta.
H: ¿Cuánto tardaste en sacarte la oposición de inspector de hacienda?
A: Yo tarde 2 años y medio aproximadamente, la media es un poco mas, pero por una serie de factores yo tuve suerte. Por ejemplo, el plan general de contabilidad cambio justo ese año y todo era muy novedoso así que ese examen en concreto no fue muy difícil.
Capítulo 3.- Herramientas.
H: ¿El ministerio te da algún tipo de formación en materia de gestión de personas, liderazgo, gestión de equipos?
Después de aprobar la oposición de inspector de hacienda hacemos un curso práctico en Madrid. Yo no lo recuerdo muy difícil. Además, a mí siempre me ha gustado el trato con la gente, eso hizo que salir a la calle no me asustara. Obviamente te impone un poco más al comienzo, pero no lo recuerdo con mal sabor de boca, no supuso ninguna dificultad especial. Por otro lado, cuando comienzas formas parte de un equipo adjunto a un inspector que te ayuda, asesora y monitoriza. Eso hace que te sientas arropado.
En la agencia el clima es colaborativo y cercano, en concreto en Las Palmas hay muy buen ambiente. Todo el mundo se ayuda, hay mucho compañerismo y eso se agradece, más cuando eres recién llegado y relativamente joven.
Capítulo 4.- Un mundo por descubrir tras la oposición.
H: ¿Cómo experimentaste el cambio de estar sentado entre libros a enfrentarte a “malhechores y villanos” y al resto de contribuyentes honrados?
A: Al principio existe el miedo a lo desconocido, te enfrentas a lo que no conoces en tu primera experiencia laboral siendo relativamente joven. Además en la Agencia Tributaria las visitas no las llevamos a cabo con el propio contribuyente en si, sino que en el 99% de las veces te reúnes con asesores fiscales. Eso es algo que recién aprobado impone un poco hasta que te das cuenta que tienes gran preparación. Hay que pensar que tú estás haciendo tu trabajo lo mejor que puedes llevando los contenidos teóricos adquiridos a la práctica.
H: Y tú tras unos años pasas de ser inspector a ser el jefe de un equipo de trabajo, ¿Cómo afrontas ese salto de responsabilidades y de funciones?
A: Durante la formación que hicimos en Madrid tras la oposición hay ciertas asignaturas y trabajos de formación directiva dedicada a la gestión de equipos. A esa formación le sumas que tras formar parte de un equipo como inspector has tenido el modelo de tu jefe que en mi caso fue un gran ejemplo. Por otro lado yo intento ser como soy, natural. Me gusta el trato con la gente, no soy el típico jefe que me encierro en mi despacho con las puertas cerradas. Todo lo contrario, hablo constantemente con mi equipo, sobre todo con mis jefes de equipo. Incluso para los trabajadores de la agencia, ahora que soy responsable de R.R. H.H. siempre estoy disponible.
Capítulo 5.- De preparado a preparador.
H: Tengo entendido que tus inquietudes te han llevado a introducirte en el mundo de la formación. ¿Qué nos puedes contar de esta experiencia?
A: Dentro del mundo de la oposición pública y en concreto la inspección de hacienda, que es lo que conozco, es muy normal preparar a otros opositores. A mí me ofrecieron la oportunidad de preparar en el 2014 y dije que sí, la verdad que me gustó. Tras colaborar en una academia, tenía otra forma de pensar en relación a la preparación y decidí preparar por mi cuenta con otro compañero.
Iniciamos nuestra propia andadura con la política de que salgan lo mejor preparados en el menor tiempo posible. No busco tener una cartera de estudiantes matriculados por mucho tiempo. Es más, mi filosofía es: “cuanto antes aprueben, antes serán aptos para trabajar y antes tendrán su faceta profesional cubierta.
H: Aparte de por tu filosofía sobre la preparación de los alumnos ¿Qué te motivó a preparar?
A: Pues principalmente preparar por la satisfacción personal que supone que los alumnos aprueben y te llamen emocionados diciéndote que es el día mas feliz de su vida. Ser consciente que en parte es gracias a mi labor. Además, te obliga a estar permanentemente actualizado en la normativa. La motivación económica es algo secundario. Ayudamos a que los demás sean felices y lo hacemos pensando “¿Cómo te gustaría que lo hubieran hecho contigo?”. La respuesta a esa pregunta es la que pongo en práctica con mis alumnos.
"Hay días mejore y peores pero hay que ser constante, que vale la pena.Hay que estar motivados al cien por cien, porque al final si no lo estas, ni descansas ni disfrutas, ni estudias y pierdes el tiempo”.
Capítulo 6.- El mal del opositor.
H: ¿Cuál es el mal endémico que puede sufrir un opositor?. Es decir, ¡oye! Tienes que estar prevenido para “”esto, porque te va a afectar a nivel emocional durante la oposición.
A: Muchas veces hay factores externos que no podemos controlar que afectan a la concentración de un opositor. Es ahí donde mantenernos emocionalmente estable es fundamental, pues es inevitable que ocurran, pero si depende de nosotros el cómo gestionarlo. Por ejemplo, en mi caso, que me dejase la que era mi pareja un mes antes de que me presentase al examen, era algo que no podía prever. Sin embargo conseguí que no me alejara del objetivo.
Lo importante es mantenerse centrado y confiar en que estamos siendo bien preparados; no dejar que las inseguridades afloren y pensar que es un “sacrificio” que no durara eternamente. Es algo que hemos decidido libremente como elección de vida e inversión temporal de nuestro tiempo. Es duro, si, muchísimo, no vamos a engañarnos.
Capítulo 7.-La transformación de la vocación.
H: Empezaste como inspector y ahora eres el responsable de R.R.H.H. en Canarias, no eres de quedarte fijo en un sitio parece…
A: Yo soy responsable del área de personal y presupuestaria de la Agencia Tributaria Estatal en Canarias. Una ventaja de la Agencia Tributaria es que dentro de su organigrama existen varias áreas y eso para la gente inquieta como yo es muy interesante.
Estuve en inspección 7 años y me ofrecieron ser jefe Regional Adjunto de Aduanas e Impuestos Especiales. Para mi enfrentarte a algo nuevo es un factor motivacional importante, así que acepte. Además de que profesionalmente era un salto de categoría. Tras dos años en ese puesto me ofrecieron el puesto de jefe Regional de RRHH y de gestión económica de toda Canarias, lo que supuso un nuevo salto de categoría. Este puesto no tiene nada que ver con los anteriores pero precisamente eso fue lo que me motivó. El cambio y el hecho de aprender cosas nuevas a nivel profesional y personal.
Si es cierto que tratar con el personal en ocasiones es más ingrato que trabajar con contribuyentes. La cuestión es que cuando las cosas funcionan nadie te da las gracias pero en cuanto alguien escucha algo que no quiere escuchar, comienzan las quejas. El área de RRHH y Gestión Económica tiene como objetivo ayudar a los compañeros pero estamos sujetos a una normativa y procedimientos que no siempre son del gusto de todos.
Capítulo 8.-Gestión emocional
H: ¿Cómo gestionas esa ingratitud que vives en el día a día?
A: Bueno, no todo el mundo es ingrato. Cuando consigues cosa que son positivas y afectan a la vida personal y profesional de la gente, pues eso te satisface. La pena es que siempre nos quedamos con la experiencia ingrata por encima de las experiencias positivas como puede ser el impacto que tienes en la vida de la gente al ayudarle en su vida personal y profesional. Por otro lado tengo un gran equipo de 33 personas en Las Palmas y 17 en la provincia de Santa Cruz que me hacen la labor mucho más sencilla.
H: Si te tuvieras que dar a ti mismo uno o varios consejos para mejorar a nivel profesional ¿Qué te dirías? ¿De que forma crees, que podrías mejorar tu, a nivel profesional?
A: Podría mejorar en muchas cosas, que no me estresara tanto, por ejemplo. Tengo un problema/virtud, siempre quiero dejar las cosas hechas cuanto antes.Es más, un tema no se me puede quedar aparcado , pero muchas veces hay que dejar temas aparcados porque todo a la vez no se puede llevar. Así que me diría páusate un poco, no te estreses tanto.
H: ¿Crees que en el trabajador español, o en la cultura de trabajo española este instaurado el ser auto reflexivo?
A: Con carácter general, somos cero auto críticos, no hacemos introspectiva, yo diría que todo lo contrario, la gente piensa “ yo soy el mejor”, “los demás son los peores”, el “yoismo” está muy interiorizado. Creo que pecamos de tener un ego muy grande.
Capítulo 9.- Algo para el camino.
H: ¿Qué le dirías a esos opositores en España, que no son tus alumnos y hoy en día están opositando? Consejos o prácticas de cómo prepararse…
A: Que sean constantes. Yo por ejemplo, no desfallecí ni un solo día. Viviendo en Huelva iba una vez a la semana a Sevilla a prepararme, no fallé ni una sola. Siempre les digo “Hay días mejore y peores pero hay que ser constante, que vale la pena” Hay que estar motivados al cien por cien, porque al final si no lo estas, ni descansas ni disfrutas, ni estudias y pierdes el tiempo”. Yo soy un obsesionado del tiempo. El tiempo es el único bien que no se recupera.
Otro consejo que suelo dar es que es tan importante el descanso como el estudio porque hay un punto en el que el exceso de estudio es improductivo. No somos máquinas, es decir no por estudiar más horas, el conocimiento va a seguir creciendo, sino que, en un momento, es decreciente.
De hecho, lo primero que hice después de aprobar la oposición fue dejar de mirar el reloj. Antes siempre estaba mirando el reloj, pensando, mañana tengo que estudiar, tengo dos horas de descanso. Me acuerdo de que, cuando aprobé, fui a celebrarlo con mi familia a una cena, y pensé: “Ya no tengo que mirar el reloj.”
H: ¿Y a nivel emocional?
A: Es fundamental tener una estabilidad emocional. Para mí por ejemplo el apoyo familiar de mi casa fue fundamental, yo estudie en casa de mis padres, no estudiaba en biblioteca y tener ese entorno familiar estable me ayudó mucho. Elimina el ruido de tu mente, lo importante en ese momento es tu oposición.